CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DE PAREJAS HOMOSECUALES BORICUAS


Con una cita de Eleanor Roosevelt, el estudiante de segundo año de salud pública y demografía, Yesarel Y. Pesante-Sánchez, ofreció una conferencia el pasado jueves en la tarde en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (RCM), en la cual estuvo conversando sobre la investigación que realizó de los atributos sociodemográficos de las parejas del mismo sexo que cohabitan en Puerto Rico.

   
Esta conferencia formó parte del XXXIII Foro Anual de Investigación y Educación que se celebra anualmente en el RCM y que tiene como propósito brindar un espacio en el cual estudiantes, residentes y otros profesionales, puedan compartir los resultados de sus investigaciones al público.

El estudio de este joven estuvo basado en una comparación entre las parejas del mismo sexo que cohabitaban y las parejas heterosexuales, considerando las variantes de edad, educación e ingreso de la persona que se identificarse como jefa del hogar. Para propósito de los datos que fueron utilizados en la investigación, Pesante utilizó la Encuesta de la Comunidad de Puerto Rico del Negociado Federal del Censo. El periodo en el cual se basó la investigación fue entre los años 2005 al 2009.

Pesante explicó que durante el año 2005 había 48 mil personas gays, lesbianas y bisexuales que vivían en Puerto Rico. Parte de los hallazgos más importantes de este estudio fue el descubrir que la mediana edad de las parejas del mismo sexo para ese periodo fue de 52 años, un dato que, según este estudiante, demuestra que la mayoría de las parejas del mismo sexo son personas ya retiradas. De hecho, durante la presentación de su investigación, Pesante aclaró que el 48 por ciento de las parejas del mismo sexo estudiadas estaban fuera de la fuerza laboral.

El estudio también demostró, entre otras cosas, que entre las parejas del mismo sexo existe una tendencia a un menor grado de escolaridad y que este hecho es más propenso a verse en parejas de mujeres que entre parejas de hombres, algo que este estudiante catalogó como un problema aparte respecto a las oportunidades de estudio y los salarios que existen para las mujeres en comparación con las oportunidades laborales para los hombres. En la investigación se descubrió que la mediana de ingreso para las parejas de mujeres fue de $25 mil dólares, versus la mediana de ingreso para los hombres, la cual fue de $32,200.
Sin embargo, al comparar la mediana de ingreso de parejas del mismo versus las parejas heterosexuales, se demostró que la diferencia era muy poca.

Durante la conferencia, el también miembro de la Asociación de Estudiantes de Demografía, explicó que el motivo de su investigación era demostrar que en Puerto Rico la estructura familiar ha cambiado y que investigaciones como estas deben impulsar al Gobierno a crear y desarrollar “políticas públicas que vayan acorde con la realidad de todas las familias puertorriqueñas”.
Entre sus conclusiones, estuvo el aclarar que en la Isla hace falta investigar más sobre las diferencias que existen entre estos grupos poblacionales respecto a las oportunidades laborales y cómo se atienden sus necesidades de salud emocional y física. Explicó en su presentación que “si no conocemos sobre este tipo de hogares, es imposible dirigir programas efectivos a esta población”.