COLEGIO DE PROFESIONALES DEL TRABAJO SOCIAL DE P.R: "LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UN TRASTORNO SEXUAL"

Junta directivas 2012- 2013

Comunicado de prensa - El Colegio de Profesionales de Trabajo Social de Puerto Rico alerta sobre la utilización incorrecta del término “orientación sexual” y la comparación del mismo con trastornos sexuales como la pedofilia y el bestialismo.  En semanas recientes, hemos observado con preocupación la persistencia de funcionario/as públicos, principalmente legisladores/as que equiparan la orientación sexual no heterosexual con parafilias.  Estas expresiones han cobrado fuerza en la discusión de medidas en la Cámara y el Senado en el cuales se amplían derechos para cobijar al colectivo Gay, Lésbico, Bisexual,Transexual y Transgénero.


Nuestra organización profesional, agrupa sobre 7,000 profesionales del Trabajo Social autorizados para ejercer la profesión en Puerto Rico y trabaja para propiciar acciones que redunden en garantizar la equidad y los derechos humanos de todas las personas que residen en nuestro País. A tono con nuestros valores éticos, los y las Profesionales del Trabajo Social estamos comprometidos/as con erradicar la pobreza, la opresión y todo tipo de discrimen que menoscabe la dignidad humana (CPTSPR, 2011). Entendemos que las personas que realizan estas comparaciones llegan a sus determinaciones desde cierta perspectiva de fe y lo respetamos. Sin embargo, nos preocupa cómo se hacen planteamientos equivocados usando términos incorrectos que provienen del desarrollo y estudios sobre el tema desde diferentes disciplinas físicas y sociales de cuestionada validez científica.

El consenso producto de la investigación científica de la psiquiatría, la psicología el trabajo social y el restante de las profesiones médicas y psicosociales contradice que la orientación sexual sea un trastorno y denuncia el uso de estigmas para menoscabar la autoestima y privar de sus derechos humanos y civiles a cualquier grupo marginado, en este caso a la comunidad GLBT.

El Presidente del Colegio de Profesionales de Trabajo Social de Puerto Rico, Larry Emil Alicea Rodríguez  indicó: “Le recordamos a los y las legisladoras que desde el 1973, la homosexualidad no es considerada un trastorno mental y que más bien, lo que afecta a millones de personas con orientación sexual no heterosexual es el estigma que produce el heterosexismo y la homofobia.  El nivel de invisibilización social y la marginación y opresión que sufren las personas GLBTT provoca innumerables problemas mentales y sociales que disminuyen a medida que los países se mueven a reconocer y formular leyes y procedimientos que garanticen la igualdad.

La pedofilia y el bestialismo son trastornos en la expresión de la sexualidad (parafilias).  En el caso de la pedofilia, no se puede comparar la agresión sexual de un adulto a un niño.  Por otro lado, existe considerable investigación científica que apunta a que las personas con trastornos de parafilias son preponderantemente heterosexuales.  Otros estudios, reflejan que la mayoría de los y las menores abusados sexualmente han sido abusados por un familiar heterosexual.  El asunto primordial en relación a los y las menores es que estos/as no están preparados física ni emocionalmente para consentir una relación sexual.  Distinto es el caso de las relaciones adultas entre dos personas con capacidad para consentir.  De igual forma, la pedofilia y el bestialismo son delitos tipificados en las leyes penales.  Tipificar la orientación sexual homosexual como delito fue declarado inconstitucional a través del caso Lawrence vs. Texas (539U.S. 558, 2003).

Hacemos un llamado a las personas que ostentan cargos públicos a diferenciar cuando  sus planteamientos son basados en dogmas o doctrinas asociados a sus creencias religiosas y aquellos que son basados enevidencia científica. Las leyes se deben establecer en base a la investigación científica.  De igual forma les recordamos que el Estado existe para proteger a todas las personas independientemente de su creencia o práctica religiosa y también de su orientación sexual.