MINISTROS CRISTIANOS NO APOYAN LA "MARCHA POR LA FAMILIA TRADICIONAL"


Varios ministros pertenecientes al MIAC (Movimiento Inclusivo de Apoyo a la Comunidad) se expresaron, por comunicado de prensa sobre la marcha  que distintos sectores llevarán a favor de la "familia tradicional" el próximo sábado 13 de abril.

Estos aclaran que la organización P.R. por la familia no defiende a la familia “ esto es otro intento hecho por líderes religiosos fundamentalistas para promover sus dogmas y doctrinas. Estas se han clasificado como homofóbicas, exclusivistas, humillantes, que fomentan el odio y división en contra de un sector de la ciudadanía, los cuales ya son marginados y desprovistos de la totalidad de derechos prescritos en las dos Constituciones que rigen a P.R”, se desprende del comunicado de prensa.
A continuación su comunicado:
Los ministros cristianos del MIAC: Movimiento Inclusivo Apoyo a la Comunidad, conjunta y enfáticamente nos unimos en repudio a la manifestación que llevará a cabo la organización P.R. se levanta Por La Familia el sábado 13 de abril.
Entendemos que la organización P.R. se levanta Por La Familia, no está defendiendo la familia sino que es otro intento hecho por líderes religiosos fundamentalistas para promover sus dogmas y doctrinas. Estas se han clasificado como homofóbicas, exclusivistas, humillantes, que fomentan el odio y división en contra de un sector de la ciudadanía, los cuales ya son marginados y desprovistos de la totalidad de derechos prescritos en las dos Constituciones que rigen a P.R.
Ministros del MIAC Yenán Silén y Juan Pérez
Como ministros cristianos, entendemos que la iglesia está para velar por los marginados. Así como lo hizo Jesucristo, el mensaje a proclamar hacia el pueblo debe ser uno que promueva y eduque sobre gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, templanza, fe, esperanza, tolerancia, equidad y sobre todo amor. Cualquier otra enseñanza contrario a estas, no manifiesta el propósito de las buenas noticias para el cual la iglesia cristiana fue creada.
En una sociedad democrática, equitativa, justa y razonable todos los ciudadanos deben gozar a cabalidad, de todos los derechos conferidos en las Constituciones que nos rigen. De este razonamiento, se debe ejecutar el respeto hacia todos los ciudadanos sin importar las diferencias, actuales o percibidas, o si se está de acuerdo o no con su existencia como parte constituyente de la sociedad.